¿Has tenido ocasión de leer el best-seller ‘Las 7 leyes espirituales del éxito’ de Deepak Chopra?
Quizás sea uno de los libros que más me ha gustado de entre todos los que he leído hasta la fecha de temática similar, por lo ameno que resulta leerlo y las potentes ideas que propone para cambiar nuestra vida.
Si aún no has tenido tiempo de leerlo, aquí te lo traigo para que puedas hacerlo: Deepak Chopra – Las Siete Leyes Espirituales del Éxito
Las leyes espirituales del éxito constituyen herramientas que nos permiten armonizar con nuestra propia naturaleza y la de todo lo que nos envuelve para ayudarnos en nuestro proceso creativo. Pueden enriquecer nuestra de vida en muchos aspectos y merece la pena explorarlas y ponerlas en práctica para descubrir su inmenso potencial.
En este post me apetecía dar repaso a una de las leyes espirituales del éxito que más me gustan de las que menciona Deepak Chopra en el libro: la ley del dar (también se le suele denominar ley del dar y recibir).
A modo de resumen, la ley del dar nos dice que debemos agradecer todo cuanto recibimos en nuestra vida diariamente y a su vez dar nosotros en la medida que podamos y de forma desinteresada. De este modo, la energía del universo puede fluir dinámica y libremente y dispondremos de abundancia en nuestras vidas.
Sin embargo, sucede que en ocasiones las personas nos aferramos a ciertas cosas por temor a desprendernos de ellas por si acaso ‘algo malo sucede’. Podemos liberarnos de aquello que no nos sirva y dárselo a quien sí lo necesite, y en el caso del dinero es preciso tener consciencia de que éste es simplemente un medio para ser gastado en aquello que sintamos que es necesario, y no para acumularlo eternamente hasta el fin de nuestros días. Más allá de bienes materiales podemos poner en práctica la ley del dar con simples gestos amables hacia otras personas, las posibilidades son infinitas y realmente no cuestan esfuerzo en la mayoría de los casos.
Lo interesante de esta ley es que cuando la pongas en práctica verás que tu acción será recompensada en la misma proporción, y cuanto más des más recibirás.
Aclarar que tampoco es cuestión de obsesionarnos con dar de forma ‘obligada’, o buscando recibir algo a cambio. La incondicionalidad debe prevalecer en el acto de dar, debemos dar cuando el hecho de dar nos aporte paz y tranquilidad, sabiendo que estamos haciendo lo correcto. Si por el contrario, el hecho de dar nos produce inseguridad y miedo, significa que no lo hacemos de forma desinteresada y entonces es simplemente mejor no hacerlo y esperar a la siguiente ocasión.
Dejo el post aquí y te invito a dejarme tu experiencia con esta ley en los comentarios. Próximamente hablaré de otra de las leyes que más han impactado mi vida desde que la descubrí :).