Este post va a ser algo más filosófico de lo habitual puesto que hoy me apetece hablar de lo que culturalmente solemos denominar como nuestra filosofía de vida.
Es usual hablar de nuestra filosofía de vida para intentar definirnos a nosotros mismos o nuestra forma de entender la vida, al referenciarla hacia una forma personal de vivir o de hacer las cosas en nuestro día a día. Pero no sólo eso, nuestra filosofía de vida determina la forma cómo abordamos las situaciones, las relaciones, y en definitiva todo lo que constantemente nos ocurre. En últimas, nuestra filosofía de vida será la que determine el éxito que tengamos ante los objetivos que nos propongamos, pues depende directamente de nuestros valores, y estos a su vez determinan nuestra conducta.
Hay que ser conscientes de que la filosofía de vida surge de nuestra esencia, no es algo que podamos cogerle prestado a nadie, ya que entonces estaríamos fingiendo y engañándonos a nosotros mismos (más aún, podemos cometer el error de vivir la vida que otros quieren que vivamos tan sólo por el hecho de querer complacerlos). Por el contrario, conocerla derivará de saber quiénes somos y de lo que queremos lograr en nuestra vida.
Tampoco hablamos de un componente fijo e inamovible, ya que al estar expuestos al constante vaivén de las circunstancias que nos acontecen, nuestra filosofía de vida puede verse modificada hasta límites completamente opuestos. Ésto suele suceder cuando las personas experimentamos sucesos que marcan un antes y un después en nuestra vida, a veces llevándonos incluso a cambiar completamente nuestros valores y creencias y parecer personas completamente distintas en el ojo ajeno.
No obstante, puede que en este momento de tu vida no tengas clara cuál es tu filosofía de vida, y eso te haga sentir perdido o sin rumbo. Déjame decirte que nunca es tarde para empezar a conocerte y pensar sobre lo que verdaderamente es importante para ti, para mi es de hecho una de las cosas más importantes en la vida de una persona, así que te invito a que dediques algunos minutos de reflexión que puedan convertirse en el futuro en muchos momentos de felicidad :).
Si me preguntas, puedo decirte que mi filosofía de vida se ha visto claramente alterada si me remonto diez años atrás. Si bien durante mi época de estudiante mi prioridad era la de tener en el futuro un buen trabajo y un buen sueldo, tras incursionar en el mundo laboral me di cuenta de que por encima de eso valoro más la tranquilidad y la libertad, así como la posibilidad de hacer algo que me gusta; en otras palabras, mis prioridades cambiaron, y lo mismo puede sucederte a ti.
Ten claro que no existe una filosofía de vida mejor que la otra, la mejor filosofía será aquella que mejor se adapte a tu forma de ser y que mejor contribuya a tu felicidad, y sobre la felicidad no hay nada escrito, cada uno la entiende de una forma distinta y personal (siempre y cuando no rebasemos los límites de hacer daño a otras personas, claro está).
Te invito a que me hables sobre tu filosofía de vida en los comentarios, y nos vemos en el próximo post! 🙂