El embudo del agotamiento

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¿Alguna vez has sentido que has tenido que renunciar a cosas importantes de tu vida con el fin de poder llegar a cumplir con tus obligaciones? ¿Actividades que considerabas energizantes, que te hacían sentir bien o que simplemente te ayudaban a desconectar han dejado de tener cabida en tu vida cotidiana? Y lo que es peor, has sentido que al deshacerte de dichas actividades te sientes más agotado y sin fuerzas que antes?
Si tu respuesta ha sido afirmativa, tal vez estés cayendo dentro de lo que se conoce como el embudo del agotamiento.

El embudo del agotamiento es una manera sencilla de ilustrar un fenómeno que desgraciadamente está muy extendido en nuestra sociedad, en el cual dejamos de atender aquellas actividades que nos resultan gratificantes y nos ayudan a recargar pilas por aquellas actividades que consideramos más urgentes o prioritarias. Al hacer ésto, el círculo que engloba nuestras actividades se va estrechando y cada vez deja menos cabida para aquellas actividades que contribuyen a nuestro bienestar (de ahí la ilustración del embudo). Ésto acaba derivando en una sensación de agotamiento en el propio individuo, al contrario de lo que se podría esperar:

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Observemos más detenidamente cómo se produce este fenómeno. Si has observado el esquema anterior, verás que en la parte alta del embudo tenemos una vida equilibrada en la cual alternamos actividades que podríamos considerar como obligaciones con otras que nos revitalizan y nos ayudan a desconectar.

En un momento dado, se presenta una nueva obligación que precisa de nuestra atención, y en el intento de hacerle frente decidimos prescindir de alguna de esas actividades que tanto nos gustan y nos hacen sentir bien, creyendo así que no nos sentiremos tan agobiados y estresados. Contráriamente a lo que podríamos pensar, resulta que nos sentimos ahora más estresados debido al déficit de tiempo que ahora dedicamos a la tan necesaria desconexión, resultando en agotamiento. Este ciclo puede irse repitiendo, aumentando así las obligaciones y disminuyendo el tiempo reservado para el ocio, con todas las consecuencias que ello conlleva para nuestra salud a todos los niveles.

Es posible que muchas personas se sientan identificadas con lo anterior. Si eres una de ellas no te preocupes, puesto que no es difícil caer en esta dinámica en ciertas etapas de nuestra vida. Lo más importante es detectar esta tendencia y tomar la decisión de revertir la situación en pos de nuestra salud; sólo así podremos ir dando pequeños pasos para volver al punto de equilibrio en el que inicialmente nos encontrábamos y en el cual nos sentíamos mejor en todos los aspectos, con más energía y un mayor estado de ánimo.

Entonces, ¿Cómo podemos evitar caer en el embudo del agotamiento? ¿O cómo podemos recuperar el equilibrio del que gozábamos antes de caer en él?

  • Aprende a separar el grano de la paja.- Para bien o para mal, la realidad es que disponemos de un tiempo limitado. Por ello, es crucial aprender a gestionarlo adecuadamente distinguiendo aquello que es verdaderamente importante de aquello que no lo es. Esto es algo subjetivo puesto que estamos hablando de aquello que contribuye a tu felicidad, y ésta puede consistir en estar con tus seres queridos, dedicarle tiempo  a tus hobbies, etc. Independientemente de lo que sea, asegúrate de reservar tiempo para ello para así afrontar mejor aquellos momentos que requieran de un esfuerzo mental y/o físico por tu parte. No se trata de desatender nuestras obligaciones, sino de asumir únicamente aquellas que nuestra salud nos permita. Para ello habrá que realizar un ejercicio de introspección importante, siendo honestos con nosotros mismos sin querer ejercer de superhéroes para llegar a todo.
  • Detecta tus ‘ladrones de tiempo’.- Es posible que pienses que no dispones del tiempo suficiente  para conciliar el ocio con tus obligaciones, pero seguramente si haces un ejercicio de reflexión y revisas el tiempo que dedicas diáriamente a cada una de tus actividades detectes algunas que realmente no te aportan nada y están robando tu valioso tiempo. Es importante identificar a tus ladrones de tiempo para así poder reservar espacio a aquellas actividades que sean verdaderamente importantes para ti.
  • Pase lo que pase, jamás descuides tu salud.- Nunca me cansaré de decir esto. Podemos pasar por periodos en nuestra vida en los cuales tengamos más trabajo por razones justificadas. Ahora bien, ello nunca debería ser una excusa válida para descuidar nuestra salud, ésto es, llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y dormir las horas recomendadas. Puede parecer que a corto plazo no haya una repercusión palpable si ignoramos alguno de estos aspectos (o todos), pero ten por seguro que irá haciendo mella en tu salud y a largo plazo lo acabarás notando.
  • Da la bienvenida a nuevas experiencias.- Caer en la rutina, especialmente si has dejado de lado actividades que te hacían sentir bien y que aportaban variedad a tu vida, puede ser desesperante y afectar directamente tu estado de ánimo, traduciéndose en una menor productividad. Para evitar esto,  recomiendo introducir experiencias que aporten ese sentimiento de novedad y bienestar a tu vida, que no tienen por qué ser muy exóticas y ni siquiera tienen por qué costarte dinero (pueden ser una excursión al bosque, un día dedicado al arte, la visita a un viejo amigo, etc.). Cualquier cosa vale, mientras te ayude a desconectar y ver la vida desde otros puntos de vista.

Espero que estos consejos te sean de utilidad tanto si necesitas recuperar el equilibrio en tu vida y salir del agotamiento en el que te encuentras inmerso, como si quieres seguir gozando de una vida equilibrada conciliando las distintas facetas.

Me interesaría mucho que me compartieras tu experiencia con este tema, así que te invito como siempre a hacerlo en los comentarios 🙂 . ¡Hasta el próximo post!

6 comentarios sobre “El embudo del agotamiento

  1. Detectar los ladrones de nuestro tiempo es muy esencial. Me encanta la reflexión para evaluar qué cosas estamos haciendo para tener una vida de calidad y cuidarnos un poco más. Me encantó el no descuidar nuestra salud, nuestra salud física y emocional es la base de todo.
    Saludos.

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Hola Alexa!

      lo de los ladrones de tiempo es algo enormemente común, creo que todos en mayor o menor medida los tenemos, pero por suerte siempre estamos a tiempo de deshacernos de ellos y aprovechar ese tiempo extra para dedicarlo a cosas que verdaderamente contribuyan a nuestro bienestar.

      Al final todo se trata de nuestra salud como bien dices, y ésta creo que debería ser abordada a todos los niveles (físico, emocional, etc.).

      Muchas gracias por tu comentario.

      Un abrazo,
      Mar

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  2. Hola Mar,

    Yo reconozco que, como todo en la vida, soy bastante cíclica con este tema. Voy entrando en el embudo, me doy cuenta de ello y trato de salir. Quizá, lo que más me ha gustado del artículo es pensar en la posibilidad de encontrar más estabilidad en el equilibrio y no tener tantos altos y bajos.

    Me apunto, especialmente, el último punto, porque es cierto que cuando pruebas algo distinto, algo nuevo, algo que te saca de la rutina, se perciben mucho más los beneficios de la desconexión, que es tan necesaria, para seguir rindiendo a tope.

    Un abrazo enorme.

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    1. ¡Hola Conchi!

      Siempre he pensado que los extremos nunca son buenos, porque al final conllevan un desequilibrio afectando una o más areas de nuestra vida. Leí recientemente un texto de Osho en el que comentaba que los humanos deberíamos trabajar no más de 8 horas diarias, dedicar 8 horas al descanso y las 8 horas restantes al ocio. No es algo que no hayamos oído ya, además parece lógico y aceptable, pero sin embargo habría que revisar cuantas personas llevan ésto a la práctica en sus vidas.

      Creo que la salud debería ser nuestra mayor prioridad, por eso es tan importante no caer en el agotamiento, alimentarnos bien, descansar adecuadamente y reservar siempre tiempo para el ocio. Por mucho que queramos obtener otras cosas, tener metas o propósitos (lo cual es algo igualmente necesario en la vida de cualquier ser humano), sin salud no vamos a ninguna parte.

      Muchas gracias por tu comentario.

      Un abrazo,
      Mar

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