
De todas las veces que he podido ser lectora de blogs en la red jamás pensé que algún día podría saltar al otro lado y convertirme en la mente detrás del texto. A decir verdad, siempre me ha gustado escribir pero nunca se me pasó por la cabeza que dicha afición pudiera convertirse en algo que pudiera ofrecer al público en general, y en particular a aquellos que se sientan atraídos por los temas que aquí se debatirán.
Hoy me complace darte la bienvenida a meditadamente, un juego de palabras que utilizo para referirme a la esencia de este blog: un espacio que persigue escudriñar temáticas diversas que giran en torno al fenómeno de la mente, y que en muchas ocasiones tratan de ir más allá (algo que se hace en meditación es precisamente eso, trascender la actividad mental para llegar a nuestra esencia).
Un tema del que se sabe tanto y a la vez tan poco me parece digno de ser explorado y comentado. Más aún, de dicha comprensión surgen una multitud de herramientas que pueden contribuir a nuestro desarrollo personal y ayudarnos en la consecución de nuestras metas, mejorando así nuestras vidas significativamente para vivirlas en toda su plenitud.
En este espacio que hoy inauguro pretendo navegar entre lo científico y lo filosófico, dando cabida a temas que me inquietan, me hacen pensar y que me apetece compartir contigo, contándote en el camino mi humilde experiencia de vida.
Asimismo, te invito a que compartas tu propio punto de vista para hacer de este espacio un lugar para la conversación, la elucubración y el intercambio de conocimientos (soy maestra, pero ante todo aprendiz 🙂 ).
Sin querer extenderme mucho más, aprovecho la ocasión para hacerte una pregunta, y así empezar a conocernos un poco:
¿Te has parado a pensar qué impacto tienen nuestros hábitos en nuestra vida cotidiana?
Yo sí me lo he preguntado en más de una ocasión, y por ello dedicaré la siguiente sección Buenos hábitos, malos hábitos a hablar de ello, así que permanece atento!